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Muchas veces, nos encontramos con el dilema de que en un sitio nos aplican frío y en otros nos aplican calor en la zona de dolor del esguince o de dolor muscular. Muchas veces, acuden a la consulta unos usuarios confundidos que no saben qué hacer.
Aquí explicaremos que tanto el frío como el calor son buenos, pero dependiendo del momento de su aplicación:
El punto de partida es el inicio de la lesión o el tipo de rehabilitación que haremos.
1- En efecto, si las fibras se tienen que romper como en muchos casos tras una lesión deportiva, tras la terapia, actuaremos como si se tratará de producir el incidente al llegar a casa para insensibilizar la zona y aplicaremos frío localmente máximo 10 mns.
2- Si el esguince o el dolor muscular se acaba de producir y es muy reciente, es muy importante aplicar frío en la zona para rebajar la inflamación de los tejidos, rebajar la hinchazón de los tejidos e insensibilizar la zona para que desaparezca el dolor. Sabemos que el frío contrae. En caso de un trauma reciente, es muy beneficioso porque evitamos que el dolor se vaya propagando. Además con el efecto del frío, la zona se vuelve insensible al dolor.
3- Si el esguince está ya en estado post inflamatorio, es decir que llevamos ya algunos días y que el dolor no se va, sí que se aconseja la aplicación de calor.
El calor aumenta la movilidad de los huesos así como la de los tendones y de la musculatura en general.
Además, le permite a la estasis de sangre o al cúmulo de sangre de la zona afectada a reabsorberse fácilmente en el organismo. En cuanto más rápido se vuelva a absorber, antes tendremos recuperación y remitirá el dolor.
La aplicación idónea de frío y calor, en su tiempo justo en un buen tempo respetando las pautas arriba mencionadas y un buen tratamiento y una recuperación correcta han de ir unidos para la buena recuperación de cualquier esguince o dolor muscular.